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17,10 €El pueblo, escribe el autor, dotado de un alma y un instinto inalienables, no puede ser abarcado por las estadÃsticas ni por los economistas, ni suplantado por los polÃticos. Tampoco los escritores románticos supieron dar cuenta del espÃritu del pueblo francés. Ese papel está reservado al historiador que conoce el espÃritu de sacrificio, el heroÃsmo, la capacidad de acción, el sentido común y otras virtudes de los obreros y campesinos, que Michelet consideraba atributos soberanos, superiores a cualquier otro adquirido por medio de la cultura, y sobre las que discurre en este clásico publicado originalmente en 1846 que ahora se integra a la colección Conmemorativa del FCE.